En septiembre de 2012 me invitaron a visitar Belondrade y Lurton, una bodega emblemática en el panorama de los grandes vinos blancos españoles. Desde hace más de 20 años están consolidados como un referente en la elaboración de vinos y cuando hablamos de los vinos top, siempre aparece éste.
El caso es que estaban enfrascados en plena vendimia, entrando uva sin parar, seleccionando, analizando, etc. Y nos invitaron a realizar todo el proceso con ellos, nos dejaron en el campo recogiendo uva seleccionando sólo los mejores racimos y dejando mucha en la viña. Pero no contentos con esto, en cuanto llegamos a la bodega nos pusieron en la mesa de selección, apartando grano a grano la uva que no cumplía las condiciones óptimas.
Una de las cosas más bonitas fue el magnífico ambiente que se respiraba. El grupo humano de la bodega es estupendo, muy cariñoso y predispuesto a ayudarse entre ellos. Pero el alma de todos es sin duda el “gran” Didier Belondrade, un personaje único, muy cercano y con una mundología extraordinaria.
Ahora, casi año y medio después, hemos recogido los frutos de nuestro “trabajo”, hemos recibido unas botellas de la añada que ayudamos a elaborar. Un blanco de guarda que con una gran capacidad de envejecimiento.